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Autor: Redacción Onmeda Revisión médica: Dr. Tomás Rodelgo (10 de Agosto de 2015)
Claves sobre la mononucleosis. Esta patología, conocida como la enfermedad del beso, está causada por una infección por el virus de Epstein-Barr (EBV). Este virus se transmite por vía oral y puede provocar inflamación de los ganglios linfáticos. ¿Sabes por qué se produce? Conoce toda la información..
Fuente: Onmeda
La mononucleosis es una enfermedad muy extendida y, generalmente, inofensiva. Suele afectar, sobre todo, a niños mayores y adultos jóvenes.
Aproximadamente, el 50% de las personas infectadas no muestra síntomas de mononucleosis y la infección pasa inadvertida.
En algunos casos se pueden presentar síntomas que se asemejan a los que se manifiestan en una infección gripal. Estos síntomas son tos, dolor de garganta y náuseas. En este caso se habla de una infección atenuada por EBV.
El virus se transmite principalmente por contacto boca a boca (vía oral). Mucho menos frecuente es la transmisión del virus a través de las relaciones sexuales.
En el cuerpo, los virus atacan a los linfocitos B. Los linfocitos B son células del sistema linfático que es, a su vez, parte del sistema inmunitario del cuerpo. Los linfocitos B producen anticuerpos que luchan contra los patógenos que penetran en el organismo.
El virus de Epstein-Barr modifica las propiedades de estos linfocitos B y provoca que se dividan y extiendan por el organismo.
El virus permanece en la saliva de la persona infectada durante la fase aguda de la enfermedad y los meses posteriores. Durante este periodo, existe peligro de contagio para aquellas personas que no sean inmunes al virus.
En el caso de niños y jóvenes, el tiempo de incubación entre la transmisión del patógeno y la aparición de los primeros síntomas, suele ser de entre una y tres semanas. En adultos, los primeros síntomas suelen aparecer a los 10 días. Pero el tiempo de incubación puede ser de hasta 50 días.
Al principio, la mononucleosis causa síntomas inespecíficos, que pueden persistir hasta 10 días. Los pacientes se sienten cansados, inapetentes y pueden tener náuseas. En esta fase ya suele aparecer una fiebre ligera, así como dolor de cabeza y de garganta.
A continuación es cuando se desarrollan los síntomas principales de la mononucleosis. Los pacientes manifiestan fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos de diversas partes del cuerpo.
Los ganglios línfaticos de la garganta pueden aumentar de tamaño considerablemente, adquiriendo, incluso, el tamaño de un huevo de gallina. También pueden encontrarse ganglios linfáticos inflamados en el tórax o en la cavidad abdominal.
La inflamación del bazo (esplenomegalia) es un síntoma bastante frecuente de la mononucleosis. En más del 50% de los pacientes, hacia el final del proceso de la enfermedad (entre la segunda y la tercera semana) se suele manifestar este síntoma. La inflamación va disminuyendo progresivamente.
Una vez inflamados los ganglios linfáticos, el 80% de los pacientes desarrollan una angina monocítica. La angina monocítica es una inflamación de las amígdalas causada por las células inmunitarias en la sangre (linfocitos B) que han sido infectadas por el virus de Epstein-Barr.
Como consecuencia de la angina monocítica, el paladar se enrojece y las amígdalas (tonsilas) están muy inflamadas, rojas y suelen mostrar un sedimento gris. Estos cambios desaparecen, por regla general, pasadas de una a dos semanas.
Además de los principales síntomas asociados con la mononucleosis, pueden desarrollarse otros síntomas raros. En aproximadamente el 20% de los casos, el hígado se agranda. Los pacientes se quejan de dolor en el abdomen superior derecho. A veces la piel se pone de color amarillo.
En menos del 10% de los pacientes, aparece una erupción cutánea (exantema). Brotan pequeñas rojeces y hematomas en la piel. También pueden surgir cambios en grandes superficies cutáneas con intenso prurito (picor).
Ante la sospecha de mononucleosis, no se deben prescribir antibióticos. La ampicilina, por ejemplo, puede causar el llamado síndrome de Lyell. En esta reacción alérgica, se forman grandes ampollas en la piel que parecen quemaduras graves. El síndrome de Lyell también puede afectar a la mucosa de órganos internos.
Entre el 1 y el 2% de los pacientes de mononucleosis sufre una fatiga crónica durante muchos meses.
A veces, la mononucleosis se vuelve crónica y entonces los afectados pueden padecer fiebre durante meses. A esto se le añade un estado de agotamiento general y una acusada sensación de mal estar.
El diagnóstico de la mononucleosis se establece analizando los principales síntomas . También se suele hacer un análisis de sangre para comprobar si existen anticuerpos contra el virus de Epstein-Barr (EBV).
En un paciente con mononucleosis se suele observar un aumento de linfocitos (linfocitosis) en los resultados de un hemograma. Los linfocitos pertenecen al grupo de los glóbulos blancos y cumplen una importante función en el sistema inmunitario.
Los linfocitos B modificados se propagan por el organismo a través de los vasos linfáticos y sanguíneos. Así llegan a los ganglios linfáticos y a órganos internos como el hígado y el bazo. Los linfocitos B forman sustancias que provocan que estos órganos aumenten de tamaño.
Las personas que tienen un sistema inmunitario fuerte son capaces de eliminar los linfocitos B infectados con otras células inmunitarias y suelen superar la enfermedad sin complicaciones.
El tratamiento de la mononucleosis se basa en aliviar los síntomas. Para ello, es muy importante dormir mucho y descansar. Las complicaciones, como infecciones bacterianas, no suelen ser frecuentes.
Hasta el momento no existe ningún medicamento específico para tratar la mononucleosis. Sin embargo, si el médico lo aconseja se pueden tomar determinados medicamentos antipiréticos para bajar la fiebre.
La mononucleosis es difícil de prevenir. Lo único que se puede hacer es evitar el contacto con personas que la padezcan, especialmente si se sufre una deficiencia inmunológica.
La buena noticia es que, una vez que se ha pasado la mononucleosis, se suele tener inmunidad de por vida frente a este virus de Epstein-Barr (EBV). ¿Quieres saber más sobre la mononucleosis?
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