Autor: Redacción OnmedaRevisión médica: Dra. Leticia del Olmo(19 de Marzo de 2012)
Las infecciones por el agente de la polio transcurren generalmente sin
síntomas. Si aparecen signos de enfermedad hay tres tipos de evolución
posibles:
Poliomielitis subclínica: de seis a nueve días tras la infección (en la
que no infecta el sistema nervioso central, es decir, cerebro y médula espinal) aparecen algunos síntomas típicos como
fiebre, náuseas, dolor de garganta y dolor de cabeza.
Poliomielitis no paralítica (meningitis
aséptica): si el sistema nervioso central está infectado se producen de
tres a siete días después los síntomas como fiebre, rigidez de cuello, dolor de
espalda y dolores musculares, que afectan
de 1 a 2% de las personas infectadas con polio.
Poliomielitis paralítica: si el sistema nervioso central está infectado,
los síntomas como parálisis asimétrica pueden
aparecer también uno o dos días después de la poliomielitis no paralítica
(especialmente de las piernas), y dejar lesiones permanentes que afectan a entre
0,1 y 1% de las personas infectadas con polio.
La primera fase de la enfermedad de la poliomielitis se expresa
mediante algunos síntomas inespecíficos como los siguientes:
Si se desarrollan además infecciones del sistema
respiratorio causadas por bacterias, puede causar una insuficiencia
respiratoria. También puede aparecer una inflamación de los
músculos del corazón, que posteriormente puede conducir a una insuficiencia cardiaca.